miércoles, 12 de junio de 2013

Axolote mexicano

El axolote mexicano (pronunciado ajolote) es una salamandra con la característica poco habitual de conservar sus rasgos larvales en su vida adulta. Esta condición, que se conoce como neotenia, significa que conserva su aleta dorsal de renacuajo -que recorre casi la totalidad de su cuerpo- y sus branquias externas, que sobresalen de la parte trasera de su ancha cabeza en forma de plumas.


Difiere de la mayoría del resto de las salamandras en que vive permanentemente en el agua. En casos extremadamente raros, el axolote madura y sale del agua, pero en la mayoría de los casos prefieren permanecer en el fondo de los lagos y canales de Xochimilco.




-El axolote, pariente cercano de la salamandra tigre, puede ser bastante grande y alcanza longitudes de hasta 30 centímetros, aunque su tamaño medio es de 15 cm.
-El axolote suele ser negro o marrón moteado, aunque también son relativamente comunes las variedades albinas y blancas, especialmente entre especímenes criados en cautividad.
-El axolote es longevo, alcanza hasta 15 años de edad alimentándose de moluscos, gusanos, larvas de insectos, crustáceos y algún pez. Esta especie, acostumbrada al papel de predador en su hábitat, ha empezado a padecer la introducción de grandes peces en su hábitat lacustre. Entre las amenazas naturales se cuentan las aves de presa como las garzas.




-Las causas de su extinción son:
La demanda de la cercana ciudad de México ha llevado a drenar y contaminar buena parte de las aguas del complejo lacustre de Xochimilco. También es muy común utilizarlo en el comercio de acuarios y el axolote asado se considera un manjar en México, lo que ha llevado a que su número se reduzca aun más. Se lo considera una especie muy amenazada.
También es amenazado por los desechos agroquímicos de las granjas cercanas y por las aguas residuales de una planta de tratamiento de la ciudad capital.




martes, 4 de junio de 2013

Panda rojo


El panda rojo es nativo de las regiones montañosas del Himalaya, Bután, el sur de China, la India, Laos, Nepal y Myanmar, aunque hay indicios de registro fósil de comprueban su antigua existencia en América del Norte. Vive generalmente en los bosques templados húmedos de zonas altas y con abundante bambú. Físicamente, su pelaje es de color pardo y rojizo con la cola larga y peluda. Sus extremidades delanteras son bastante cortas, por lo que tiene una peculiar forma de caminar. Es un animal de carácter solitario, territorialista y de costumbres nocturnas. Su alimentación gira principalmente en torno al bambú, pero al ser omnívoro puede ingerir huevos, pájaros, insectos y mamíferos pequeños.






Miden de 30 a 60 cm. Los machos pesan de 4,5 a 6,2 kilogramos, las hembras de 3 a 4,5 kg. El panda rojo es especialista en comer bambú, con el pelo de color marrón rojizo largo y suave en la parte superior, que se vuelve oscuro en la parte inferior. En el rostro tiene manchas de color blanco similares a las de un mapache, pero cada individuo tiene diferentes marcas faciales. Su cabeza es redondeada con orejas rectas de mediano tamaño, nariz negra, y los ojos muy oscuros, casi negros. Su cola, larga y felpuda con seis anillos de color ocre o rojo, le proporciona un equilibrio y una excelente habilidad sobre los resbaladizos musgos y líquenes que cubren los árboles. Las patas son cortas y de color negro. También tiene garras retráctiles y, como el panda gigante, un "falso pulgar", que es en realidad una extensión de los huesos de la muñeca.




A pesar de que su tasa de natalidad es buena, el peligro de su extinción sigue estando latente, ya que no ha sido capaz de acoplarse a la pérdida de los terrenos ancestrales en donde ha vivido por muchos años, y además, a causa de la caza desmedida de la que es objeto por su piel. Por esta razón cada año que pasa se está haciendo más pequeña la población de Pandas Rojos.