Su caparazón está formado por una capa de piel endurecida que recuerda al cuero, por lo que se le considera una tortuga de concha blanda.
Sus rasgos más característicos son una cola corta, unas patas delanteras muy palmeadas y acabadas en punta (prácticamente aletas como las tortugas marinas), patas traseras redondeadas y muy palmeadas y un rostro acabado en dos fosas nasales frontales muy peculiares, carnosas y de forma tubular, separadas una de la otra. De las patas sobresalen las dos primeras uñas, dándole un aspecto general de alas de murciélago cuando nadan. Su habitat natural son los pantanos, lagunas salobres, estuarios, desembocaduras de ríos de aguas lentas y en general masas de agua de escasa profundidad.
Ésta tortuga es utilizada como mascota últimamente, y por esto sus poblaciones están sufriendo los daños de la demanda, por otro lado los nidos de esta tortuga se comen o se venden y esto es otra causa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario