Manati Amazonico

De todos los mamíferos que encontramos en el río Amazonas, el manati Amazónico es el mayor de todos.

Su hábitat se distribuye a lo largo y ancho de la cuenca del Amazonas en el Norte de Sudamérica, desde isla Marajó - en la desembocadura del río Amazonas en el Atlántico - hasta la fuente misma de importantes tributarios en Guayana, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú.

Al manati se lo conoce bajo otros nombres: vaca marina - debido al hecho de ser herbívoro y pasar la mayor parte del tiempo comiendo plantas acuáticas y semi-acuáticas, tanto como lo hacen las vacas comiendo pasto en las llanuras.

También ha sido llamado sirena, la mítica y bella criatura mitad mujer, mitad pez.

En cuanto al nombre, manatí, se cree proviene del Taíno y significa pecho (breast).
El Taíno es una lengua ahora extinguida de los Arawakos que se remonta al período pre-Colombino. Fue el primer lenguaje que los Españoles encontraron en el Nuevo Mundo en tiempos de los conquistadores.

Conocido en Brasil como peixe-boi, el manati Amazonico es un de las cuatro especies de la orden de las sirenas y el mas pequeño en la familia de los Trichechidae.

Posee piel suave y generalmente una mancha o parche blanco o rosado en su estómago. No posee uñas

Habita en las aguas cálidas y poco profundas, pudiendo permanecer sumergido hasta veinte minutos por vez, alimentándose tanto de plantas acuáticas como semi-acuáticas.

Un ejemplar de manatí adulto puede alcanzar hasta tres metros de largo y llegar a pesar hasta 450-500 kilogramos.
No se conoce exactamente su longevidad, aunque especies en cautiverio han sobrevivido por mas de doce años.

En la actualidad, es una de las especies de mamíferos acuáticos en peligro de extinción en Sudamérica, clasificado como vulnerable (VU A1cd) en la lista roja de especies amenazadas publicada por IUCN en 2006.

La caza ilegal es considerada ser la mayor amenaza  de esta especie, sea por razones de subsistencia o por motivos de caza comercial, siendo el uso de arpones la técnica mas usada.

Durante la estación seca, cuando las aguas retroceden, suelen quedar atascados en pequeñas lagunas, convirtiéndose en presa fácil para cazadores

Otras causas que amenazan su futuro como especie es la captura accidental en redes comerciales, degradación de su fuente de alimentación debido a la erosión del suelo producida por deforestación y otros impactos ambientales como lo es la sequía.

La caza del manati Amazónico se encuentra prohibida desde 1972.